viernes, 29 de agosto de 2008

Oda a las casonas

Luego de haber ido a un lugar pequeño pero acogedor en la Av. Piérola para tostar café, me dispuse a dar una caminata por Barranco con el mero fin de ir observando lo que estaba mi alrededor y sobretodo ver las casonas, sus molduras y sus columnas a veces simples, y otras con capiteles estilo dorico, jónico o corintio. (Las partes superiores de las columnas con estilo dorico son las más simples y hieráticas; mientras que en los estilos jónico y corintio se denota un desplazamiento).

Y bueno más allá de tecnicismos el hecho es que me encanta observar las casonas a pesar de que muchas de ellas se encuentren en mal estado- principalmente por lo costoso que es el mantenimiento de ellas-, al contemplarlas me transporto al pasado y me imagino a la casona en su máximo esplendor, a sus habitantes y sus preocupaciones, ¿acaso eran las mismas que tenemos nosotros hoy en día? pienso que la respuesta es sí y no, creo por un lado que muchas cosas han cambiado y ya no hay una velada en la noche con alguien contando cuentos quizá a la luz de velas y candelabros, ni tampoco hay una preocupación de salvaguardar las carnes con sal en vez de ponerlas hoy en día "prácticamente" en un refrigeradora o de lavar las prendas con agua hervida y lavasa; pero por otro lado el ser humano siempre ha tenido saberes y cuestionamientos en todas o la mayoría de las etapas de su existencia: ¿quién soy yo ?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, etc...en fin a este tipo de pensamientos me transporta la arquitectura de diseño antiguo y pienso que las casonas son fuertes, no quieren cambiar de "look" y convertirse en un edificio sin molduras, sin balcones, sin capiteles (no quiere decir que no haya edificios bonitos o que le tenga tirria a la arquitectura con diseños más "modernos") y por eso conviven con ellos, a pesar de que a veces es un choque para la vista ver una casona y al lado un edificio de 18 pisos. Hay , sin embargo, otras casonas que ya no pueden más y como algunas de ellas son "conscientes" de que son una amenaza para la seguridad aceptan el cambio de look. Ahora bien, con todo lo que he dicho no deseo manifestarme como retractora de los edificios, solo quiero exaltar la belleza de las casonas y de lo que representan: historia, esfuerzo, pasado, pero también presente y creo que mucho futuro.

En la caminata además observé un atardecer en el que el sol se asomaba un poco, era del tipo de atardecer que me hace acordar a Martín Adán con su raro invierno lelo y frágil que parece que va a hendirse en el cielo y dejar asomar una puntade verano. Otro aspecto curioso fue un hombrecillo meditando, me pareció estupendo pues no había mucha gente pero es difícil mantenerse en quietud y buscar esa "calma interior"en un lugar público.

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