
Si bien el film se denomina "Bucarest" los personajes de la historia nisiquiera pertenecen a la capital rumana, sino a un pueblito llamado Valsui. Dichos personajes, las situaciones y la relación entre ellos son los que brindan el toque de humor y picardía. Se halla por un lado, el señor Piscoci, un viudo viejito que solía hacer de Papa Noel durante las celebraciones navideñas, es sin duda alguien con gran magnetismo en su interpretación; por otro lado, tenemos al señor Manescu, un profesor de historia, endeudado y aferrado a las bebidas alcohólicas; ambos son invitados por un "periodista" que en realidad es un ingeniero textil que prepara parte de su discurso con frases de Heráclito y Platón que encuentra en un diccionario añejo de su casa. La situación se torna hilarante cuando frente a los argumentos de Manescu de haber participado de la revolución desde Valsui antes de las 12 y 8, las llamadas del pueblo empiezan a "enterrar" todo lo que dice el profesor de historia y a encararle su pasado dionisiaco, mientras esto sucede el señor Piscoci, aburrido de no intervenir, empieza a hacer barcos de papel. Y por si ya no fuera demasiado, el trípode de la cámara del estudio está malogrado y los encuadres son desenfocados y mal ubicados, además el camarógrafo inexperto no sabe en qué momentos hacer planos conjunto o primeros planos.
Sencillamente me encantó la película y la visión de Porumboui de mostrar este tipo de eventos de una forma distinta, uniendo una reflexión muy profunda a una absurda, cómica, muy interesante.
Para ver el trailer:
http://www.youtube.com/watch?v=NOeYZH9FHDc
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